Cuándo Yenni recibió la tarjeta de invitación del cumpleaños de la vecinita Emilia, comenzó a saltar por toda la casa, gritando por todos los rincones, que iría a una gran fiesta.
A Yenni le encantaba las celebraciones donde había muchos dulces, piñatas,serpentinas, y los juegos con los otros niños, si por ella fuera, de lunes a domingo asistiría a todos los cumpleaños de la ciudad.
Pero esa mañana cuándo mamá le leía la invitación, con tono de voz algo preocupada, se detuvo en la siguiente oración:
“Divertite conmigo este fin de semana, inventaremos juegos junto el payasito Morocuá, te espero, tu amiga Emilia”.
Y de pronto los ojos de Yenni se abrieron grande como las de un búho, es que a ella no le parecía nada chistoso un payaso en una fiesta, a decir la verdad, le tenía mucho miedo.
Mamá le repetía cada momento que lo más divertido en una fiesta es presenciar al payaso ver que es un pillo, curioso y bromista, que se comporta aveces como un bobo, para demostrar que es un sabelotodo, pero sobre todo lo que más quiere un payasito en una fiesta de niños es hacer amigos y que sobre todo tú también te hagas de amigos, un payaso está deseoso de jugar, y con tan sólo hacerte reír, se sentirá un payaso de verdad.
Pero la pequeña Yenni respondió;
-Es que mamá, cuándo ese payaso Morocuá se viste con esos zapatos raros y grandes, creo que llegará a pisarme !, y la nariz tan roja,...mhhh ¿siempre está resfriado, y si estornuda ? y ¿si me avienta al otro lado de la calle, ah?.
La mamá con dulzura respondió;
-Pero ¿sabes una cosa Yenni?, un payasito disfruta ser travieso ,y es divertido que sean ellos mismos las víctimas de esas travesuras.
Yenni, no volvió a tocarle el tema, ella deseaba ir a la fiesta, aunque aún le preocupara el Payaso Morocuá.
Finalmente llegó el día de la fiesta,Yenni ya estaba lista, se había puesto su vestido favorito ancho en la parte de abajo, pues cuándo era la hora de la piñata, se recogía el vestido en forma red, y así atrapar todo lo que la piñata derrochaba. Mamá le acompañaría, y Yenni se sentía más segura, aunque no podía dejar de pensar que; ¿Quizá en cualquier momento de la fiesta, Morocuá el payaso se le acercaría?.
Al llegar a la fiesta,Yenni vio una montaña llena de dulces, globos de todos los colores y tamaños algunos de ellos en formas de animalitos y muñecas, observó también que por el aire viajaban cientos de serpentinas regadas por todos los lados, a Yenni le provocaba tomar unas cuantas para enredarlas en sus rulos castaños, pero no se animó. En el techo vio colgada a una piñata en forma de pingüino, y en el centro de la mesa se encontraba el pastel de chocolate con caramelo.
De pronto se escuchó una violín,que llamó la atención de los pequeños invitados , porque la música que del violín salía, creaba un ambiente apacible, es decir amable y tranquilo.
Al cabo de un par de minutos, finalmente el payaso le habló a los chicos;
-Hola chicos!!, Ya llegué!!..y hoy será un día con muchas sorpresas, ¿Quieren jugar?.
La pequeña Yenni corrió y se escondió debajo de una mesa, asustada de que un payaso "feo" de pelo azul venga y la encuentre, ella no saldría de allí por nada del mundo, hasta que él se vaya.
De repente Morocuá el payaso, abrió su maletín,sacó nuevamente el Violín y se puso a cantar una preciosa melodía;
-“..estaba caminando por el prado y me encontré con una pícara mariposa llamada Yenni,
Yenni Yenni acompáñame a la fiesta a jugar, yo quiero saltar, yo quiero brincar, yo quiero cantar, quiero ser tu amigo..lalalalaa”.
Y con pasitos cortos, se acercó a la mesa en donde Yenni se escondía, y repitiendo la canción levantó el mantel que cubría la pequeña mesa, pero sólo un poquito, Morocuá no quería asustarla.
El ingenioso payaso colocó una mariposa hecha de serpentinas sobre los zapa titos rosados de Yenni,y del asombró,sus ojitos negros se iluminaron, estaba insegura, no sabía si permanecer allí, o salir de su escondite (que ya no lo era).
Derrepente un grupo de niños estaba alrededor de la mesa y Yenni pudo ver zapatos rojos grandes que ellos mismos calzaban iguales a los que usa Morocuá, y al contar hasta el tres, todos gritaron al mismo tiempo;
-Vamos a jugar Yenni, vamos a brincar!
Yenni miró caritas pintadas en todas partes, narices rojas en forma de bolita y cabellos de todos los colores, azul, amarillo, naranja.
Con una carcajada cosquillosa salió de su cortita guarida, y vio también a su mamá y todos los papás y mamás ahí presentes vestidos de payasos!.
Ahora todos eran unos Morocuás, pero aún faltaba la pícara mariposa Yenni que se vistió lo más rápido que pudo como una pillísima payasita, serpentinas en el pelo que le colgaban, una roja ñata nariz, y entre bailes canciones y emociones, finalmente empezó la fiesta !!!.